Si hay algo que las películas del Universo Cinematográfico de Marvel consiguen es generar cientos de teorías sobre cuál será el destino de uno u otro personaje. En el caso de Vengadores: Endgame, la gran incógnita que tiene en vilo a todos los fans es cómo acabarán destruyendo a Thanos, y sobre todo cómo volverán los superhéroes que se desvanecieron tras su mortal chasquido. Una de tantas teorías que circulan por internet, y en concreto en la plataforma Reddit, es una que explora la posibilidad de que Visión será el Vengador clave que acabará con el Titán loco. Si recordáis, el personaje al que da vida Paul Bettany muere en dos ocasiones durante Infinity War. La primera es cuando Bruja Escarlata (Elizabeth Olsen) usa su poder para hacer explotar la Gema de la Mente, lo que provoca su muerte. Sin embargo, Thanos usa la Gema del Tiempo para arrancarle la Gema de la cabeza de Vision, dejando su cuerpo inerte en la tierra. Algunos seguidores de la cinta insinuaron que Visión no había muerto. Pero esta última teoría no se centra en si vive o no, sino en que podría haber controlado cada una de las actuaciones de Thanos desde el momento que le arrebata la Gema. El autor de esta teoría sugiere que este Vengador, de alguna manera, transfirió su mente a la Gema y ha estado influenciando en secreto a Thanos. Por lo tanto, los personajes desintegrados no habrían sido destruidos del todo, ya que convenció al villano de que hiciera algo menos destructivo. ¿Crees que podría ser cierto? Puede que no sea una idea demasiado descabellada, ya que de alguna manera Visión podría haber sobrevivido, pero de otra manera, aunque los directores de la cinta confirmaron definitivamente que este personaje había muerto. Sin embargo, puede que sea otro truco de los hermanos Russo para despistar a los fans y desviarles de la verdad. No será hasta el 26 de abril cuando descubramos por fin toda la verdad sobre la secuela y será entonces cuando podremos confirma qué teorías estaban en lo correcto y cuáles no. Pero para ir preparando y calentando motores para lo que se avecina, Capitana Marvel llega a los cines el 8 de marzo, con el debut en solitario de la superheroína protagonizada por Brie Larson.

Es un Disney como los de toda la vida, de colorín colorado este cuento se ha acabado, o sea, como antes de que Pixar pegara un guantazo al género meneando muchas de sus estructuras, sobre todo apostando por guiones inteligentes -léase también alejados del buenismo, el antagonismo del bien y el mal, la luz y la oscuridad- y una estructura formal digna del gran cine más allá del dibujo tridimensional. A saber qué pretenden los del ratón Mickey con esa reivindicación de la animación tradicional y ese regusto vintage que ya tenía la entrega de hace seis años, la obra animada que más dinero recogió en salas en toda la historia del cine, una pequeña maravilla que no alcanza a su secuela quizá porque a la guionista -la codirectora Jennifer Lee, que bebe de Hans Christian Andersen- se le agotara el combustible o porque Disney haya preferido jugar sobre seguro ahora que la Reina de las Nieves y los demás personajes son en sí mismo piezas claves de la franquicia, soporte de un suculento merchandising, pues, tampoco miremos a otro lado, aquí se trata de facturar tanto o más que de hacer arte. Frozen II no llegará a las cifras del original, pero hará una pasta gansa. Aquellos pequeños que fliparon hace seis años son ahora adolescentes o casi, y cabe suponer que les pilla mayores la peripecia de Elsa, Anna, Kristoff, Olaf y Sven en su viaje hacia territorio ignoto, desafiando peligros para buscar respuestas a algunos hechos determinantes de su pasado. Otra vez la luz frente a la oscuridad -puede que por momentos oscura de más para los peques-, aunque, eso sí, la resolución visual siga mostrándose a alto nivel. El ritmo, que no la taquicardia sofocante, se dilatada en algunos momentos para superarse en otros. Al tiempo, va muy saturada de musical, lastrada por esa manía de doblar las canciones y no recurrir a los subtítulos con el argumento de satisfacer a la chavalada. Por supuesto, estos reproches se hacen a un sello que navega en la excelencia animada por tradición e historia. Obvio que aspirará al Óscar y está entre lo mejor del año, pero tratándose de Disney, no basta.

De la mano de Disney y Tim Burton llega «Dumbo», la nueva aventura de acción real que desarrolla el clásico de 1941 basado en el cuento original de Helen Aberson y Harold Pearl, donde se valora la familia y los sueños alzan el vuelo. El dueño del circo Max Medici (Danny DeVito) contrata a la antigua estrella Holt Farrier (Colin Farrell) y a sus hijos Milly (Nico Parker) y Joe (Finley Hobbins) para cuidar a un elefante recién nacido cuyas enormes orejas lo convierten en el hazmerreír de un circo que atraviesa dificultades. Pero cuando descubren que Dumbo puede volar, el circo vuelve a tener un enorme éxito y atrae al persuasivo emprendedor V.A. Vandevere (Michael Keaton), que contrata a este peculiar paquidermo para Dreamland, su nuevo y desmesurado parque de atracciones. Dumbo alcanza nuevas alturas junto a Colette Marchant (Eva Green), una encantadora y espectacular trapecista, hasta que Holt descubre que debajo de su deslumbrante fachada, Dreamland esconde oscuros secretos. La película está dirigida por Tim Burton («El hogar de Miss Peregrine para niños peculiares», «Alicia en el país de las maravillas», «Charlie y la fábrica de chocolate», «Eduardo Manostijeras», «La novia cadáver», «Ed Wood», «Frankenweenie», «Big fish», «Sleepy Hollow», «Batman», «Bitelchus»), que también ejerce de productor ejecutivo, a partir de un guion de Ehren Kruger («Ophelia», «Detrás de las paredes»). De la banda sonora se encarga su habitual colaborador, el compositor nominado 4 veces al Oscar Danny Elfman.

Ha costado, pero la cuarta cinta de Toy Story ya está en los cines. Ayer, 21 de junio, los juguetes más gamberros de Pixar volvían a pisar la pantalla grande tras nueve años de silencio. Y aunque parecía imposible, el final de Toy Story 4 puede ser hasta incluso mejor que el de la tercera cinta, con un Andy yéndose a la Universidad. Obviamente si vamos a hablar de un posible Toy Story 5 vamos a interpelar al final de la última cinta, por lo que hay spoilers. Así que si no has visto lo nuevo de Pixar, no sigas leyendo. O no te quejes después. Bien, como decíamos, en Toy Story 4 se trata una verdad todavía más despiadada si cabe que el final que nos presentó Toy Story 3: en este caso, los muñecos no cambian de dueño, si no que se dan cuenta de que su momento ha pasado. Son muñecos perdidos, pertenecientes a otra etapa. Ya Tim Allen avisó que el final de esta cuarta entrega nos haría llorar. Y sí, lo ha hecho. El momento más duro de una película llena de momentos inolvidables, simbólicos, y sobre todo divertidos, es la escena final: Woody deja el grupo. Y lo hace para quedarse junto a Bo Peep, la muñeca pastora que ha adquirido un notable nuevo rol en la cinta. La dulce porcelana es una amazona que, abandonada al inicio del filme, aprender a sobrevivir en la calle. Un giro de rol que mucho tiene que ver con el movimiento Me Too y con la inmersión de Disney en ofrecer cada vez una visión más empoderada de la mujer y fiel a la vida real actual en sus cintas. Mientras que ella no vuelve al calor de un niño y prefiere seguir gobernando sobre su vida junto a los nuevos amigos que se ha echado, como los inolvidables muñecos oso y pollo que tantos buenos momentos dejan, Woody sigue dudando entre volver a casa o no. Es precisamente la esencia de esta película: un epílogo de la historia del muñeco que no sabe si seguir luchando para marcarse su propio camino o seguir viviendo en el pasado intentando adaptarse a la vida con Bonnie. Realmente es un ciclo lo que se cierra con Toy Story 4, por lo menos en cuanto al personaje de Woody. Aunque cierto es, que por querer, siempre es posible estirar la nueva vida escogida por el cowboy como muestran las escenas post créditos o seguir a un Buzz Lightyear convertido en nuevo líder del grupo (y escuchando a su voz interior, que, sin duda es de los mejores momentos de la historia). Al fin y al cabo, desde Toy Story 2 habríamos tenido nuestro final perfecto. Y siempre ha aparecido una nueva historia mejor que la anterior.

Aladdin, la versión de acción real del clásico de Disney, llega a las salas de cine este viernes, 24 de mayo. Dirige Guy Ritchie (Rey Arturo: La leyenda de Excalibur) y Will Smith (Géminis), Mena Massoud (Jack Ryan) y Naomi Scott (Power Rangers) protagonizan la cinta. En SensaCine ya hemos podido verla y en la videocrítica que encontrarás sobre estas líneas te contamos qué nos ha parecido. De momento, te adelantamos que "lo mejor de esta nueva versión de Aladdin es la interpretación de Will Smith". Aladdin se ambienta en Agrabah, una metrópoli rodeada por los Siete Desiertos y liderada por el Sultán. La vida del soberano y su familia dará un giro inesperado cuando el joven Aladdin se adentre en la Cueva de las Maravillas y frote la lámpara mágica. Así liberará al Genio, quien le concederá tres deseos. Con su ayuda intentará convertirse en un príncipe y conquistar a la princesa Jasmine. Pero también deberá plantarle cara al malvado Jafar. La cinta cuenta en su reparto con Marwan Kenzari (Asesinato en el Orient Express), Nasim Pedrad (New Girl), Navid Negahban (Legion), Billy Magnussen (Maniac), Numan Acar (Homeland) y Alan Tudyk (Rogue One: Una historia de Star Wars) como la voz del loro Iago.

Atentado en el estadio, Mike Knox es un veterano de guerra que viaja a la ciudad de Londres para visitar a la familia de su mejor amigo, un soldado que murió en el campo de batalla, dejando a Knox con un sentimiento de culpa y deuda. Mike ha forjado una amistad con la esposa de esté y, especialmente, con la hija adolescente, Danni, a quien le lleva una sorpresa: boletos para un esperado partido de la Copa de Europa, a jugarse en la ciudad. Sin embargo, el encuentro será blanco para un terrorista ruso, Arkady, quien sabe que su hermano, Dimitri, que años atrás lo traición, está en el estadio y desea cobrar venganza ante la mirada de miles de espectadores en el lugar y por televisión. Los villanos se han infiltrado con facilidad, han tomado control de las instalaciones y cabinas de comunicación, además de plantar poderosos explosivos en varias zonas del estadio. Pronto Knox será informado de la captura de Danni y será obligado a cooperar y trabajar con los terroristas para salvarla a ella y a los más de 35,000 fanáticos que se han reunido en el juego